Los pacientes con calambres nocturnos de las piernas se quejan del dolor intenso que esta patología produce, con alteración del ritmo de sueño y deterioro de la calidad de vida. Describiremos dos casos de pacientes con calambres nocturnos de las piernas que mejoraron notablemente sus síntomas después de comer remolacha (Beta vulgaris rubra) cocida al vapor, diariamente. Ambos casos tienen en común la disfunción endotelial que se observa durante la posmenopausia (casi 1) y en la enfermedad hipertensiva. La remolacha contiene grandes cantidades de nitratos (NO3-) y su conversión a nitritos (NO2) y a óxido nítrico ((ON) puede aumentar el aporte de sangre a los músculos estriados y mejorar los calambres nocturnos. Ambos pacientes cumplían con los criterios de calambres nocturnos de las piernas de la Academia Americana de Medicina del Sueño. La terapia complementaria consistió de una taza (aproximadamente 120 g) de remolacha cocida al vapor, ingerida durante la comida de la noche, por cuatro semanas, con evaluaciones en las semanas 2 y 4. La intensidad del dolor por los calambres nocturnos, evaluada con la escala visual analógica 0- 10 cm, disminuyó 50-100 % al final de las semanas 2 y 4 de tratamiento, respectivamente, la frecuencia de los calambres disminuyó de manera similar y la calidad del sueño mejoro concomitantemente. No se observó hipotensión ni algún otro efecto adverso con la administración de la remolacha. La ingesta de remolacha cocida durante la cena es aparentemente un suplemento dietético eficaz y seguro para el alivio de los calambres nocturnos de las piernas en pacientes posmenopáusicas y en hipertensos. No obstante, es necesario un estudio controlado y aleatorizado con remolacha en forma cocida, en jugo, o deshidratada en cápsulas, para establecer con precisión el porcentaje de eficacia de este suplemento dietético en el control de los calambres nocturnos de las piernas.